¿España necesita recortar sus pensiones? No. ¿España necesita una reforma del sistema de pensiones? Sí. Reformar y recortar no es lo mismo. Lo explico en este hilo

Hay dos cuestiones clave que nuestro sistema de pensiones debe garantizar en los próximos años: la suficiencia de las prestaciones y la sostenibilidad del sistema. Ambas son compatibles, siempre y cuando se aborden algunas reformas. Eso sí, reformar no quiere decir “recortar”.

Algunos economistas plantean que para garantizar la sostenibilidad futura del sistema es necesario reducir prestaciones (desindexar su crecimiento del IPC, ampliar el periodo de cálculo, recuperar el factor de sostenibilidad...).

Pero en un sistema en el que el 66% de las pensiones están aún por debajo de 1.000 euros/mes, esto comprometería la suficiencia de las prestaciones, y además aumentaría la desigualdad social.

En lugar de recortar prestaciones presentes o futuras, @PODEMOS ha defendido siempre que debemos incrementar los ingresos de la Seguridad Social para hacer sostenible el sistema y, al mismo tiempo, garantizar la suficiencia de las pensiones.

El gasto de España en pensiones se sitúa actualmente en el 11% del PIB. Con la jubilación del baby boom, actualizando con el IPC y sin el recorte asociado al factor de sostenibilidad, en 2050 ese gasto aumentaría –de forma transitoria– unos 4 puntos, hasta el 15% (AIReF, 2020).

La jubilación del baby boom es un reto, es evidente, pero conviene no olvidar que ya hay países de la UE que actualmente alcanzan niveles de gasto en pensiones del 14%-15% del PIB (Italia, Francia o Austria). Hablamos de un reto, no de un drama ni de la quiebra del sistema.

Frente a la vía del recorte, garantizar la sostenibilidad y la indexación es posible:

-Aumentando ingresos: destope de cotizaciones más altas (aportaría 0.6% del PIB) + reforma del régimen de autónomos (0.5% del PIB)

-Eliminando los gastos 'impropios' del sistema (1.5% del PIB)

Estas medidas permitirían hacer frente al reto del baby boom sin recortar las prestaciones, y con un nivel de gasto inferior al 13% del PIB en 2050. Es sostenible y justo que una sociedad más envejecida gaste dentro de tres décadas 2 puntos más del PIB en la población mayor.

Ampliar el periodo de cálculo reduciría las pensiones (para eso se recomienda). Además, no está en el Pacto de Toledo y –en un contexto de carreras laborales más erráticas y discontinuas– reducirá las futuras prestaciones de quienes hoy sufren la precariedad. Es un doble castigo.

Llevarse los gastos impropios a los PGE ayuda a equilibrar y clarificar las cuentas de la SS. Estos gastos obedecen a objetivos legítimos, pero esas políticas no deben financiarse con cotizaciones sociales ni usarse para cuestionar la sostenibilidad de las pensiones públicas.

Antes que consagrar energías a buscar dónde recortar, convendría dedicarlas a impulsar políticas que eleven la tasa de empleo. Reforzar la dependencia, la educación de 0-3 años… elevaría la tasa de empleo femenina (España: 62%, UE: 68%, norte Europa: 80%). Converger por arriba.

Se ha convertido en lugar común hablar del ‘conflicto generacional’ para justificar recortes. Pero es un falso dilema: en un sistema de reparto hay intereses comunes entre generaciones, dado que tener empleos decentes para las personas jóvenes permite pagar pensiones dignas.

El verdadero problema de la juventud no es tanto tener que hacer frente a la deuda, sino a una vida laboral presente cargada de precariedad, bajos salarios y lagunas laborales que impiden cotizaciones suficientes. Atajar la precariedad reduce el déficit del sistema de pensiones.

Finalmente, discrepo de mi colega @toniroldanm cuando dice en este hilo que Podemos no ha hecho propuestas. Se equivoca: ya en 2018 hicimos una muy clara, en la dirección que yo planteo. Es conocida y se puede consultar aquí https://podemos.info/propuestas-garantizar-sistema-publico-de-las-pensiones/#anexo1