¡Hola amigos! ¡Continuamos con la tercera entrega de #FaunArte! Esta vez os presentamos al ciervo/a en el arte paleolítico

Nombre común: ciervo/a
Nombre científico: Cervus elaphus
Familia: Cervidae
Hábitat: bosques, prados, etc
Extinción: -

@miguelgarci97
@gbustospaula

El Cervus elaphus es fácil de confundir con cualquier otro Cervidae, como el gamo o el reno . La principal diferencia se encuentra en sus astas. En el caso del ciervo se tratan de cornamentas cilíndricas, muy desarrolladas y ligeramente curvadas

El hecho de que la cierva carezca de cornamentas nos permite distinguirla del ciervo, rasgo que conocían bien los paleolíticos. Este dimorfismo sexual acentuado hace del Cervus elaphus la única especie en todo el arte paleolítico en la que podamos tener en cuenta su sexo

Un estudio genético muestra que el origen de esta especie se dio en Asia central , separándose las formas occidentales de las orientales hace siete millones de años. El ciervo común que encontramos en el cantábrico aparece hace casi un millón de años

Otro estudio genético reciente indica que la población de ciervos ibéricos se diferencia claramente de los europeos, una divergencia que se dio durante el Último Máximo Glacial . Además, ¡han conseguido identificar cinco sublinajes mitocondriales en la península ibérica!

El Cervus elaphus es el tercer animal más representado del arte rupestre europeo. La cierva está particularmente marcada geográfica y cronológicamente en los análisis estadísticos ya que es un tema ampliamente representado durante el Premagdaleniense de la región cantábrica

El artista paleolítico se sirvió de numerosos recursos formales a la hora de representar a la cierva durante una gran parte del Paleolítico superior, especialmente en el Cantábrico, tanto en el arte mueble como en el parietal

Las conocidas como «ciervas trilineales» aparecen bajo dos morfotipos: las ciervas del norte que con una línea forman el morro y una oreja (Chufín, La Lluera, La Viña) y las ciervas mediterráneas, cuyas dos orejas y hocico lo forman dos líneas (Nerja, Parpalló, Ardales)

Una de las piezas de arte mueble más importantes de todo el arte paleolítico es la cierva trilineal encontrada en Antoliñako Koba en niveles gravetienses , gracias a la cual se ha podido atribuir dicho convencionalismo a esta cronología (29.000-22.000 BP)

Paralelamente, en Cantabria y más zonas de alrededor los artistas paleolíticos representaban las ciervas y otros animales mediante la técnica del tamponado, que consiste en la delineación de un motivo mediante puntos concatenados aplicados con un tampón (Garate, 2007, 2010)

En el Magdaleniense inferior se representaron ciervas con un despiece en el cuello y maxilar mediante la incisión múltiple: una concatenación de trazos de una única pasada del útil, dispuestos en bandas con el fin de representar un relleno convencional (Rivero, 2017)

Finalmente, durante el Epipaleolítico se desarrolla el denominado «Estilo V» con figuras caracterizadas por la presencia de un trazo múltiple cubriendo todo el cuerpo, como esta cierva de Domingo García

Tanto el ciervo como la cierva aparecen también sobre soportes muebles como bastones perforados o plaquetas. Durante el Magdaleniense llegaron a ser representaciones de enorme calidad y realismo como estos ejemplos que os mostramos

Las escenas son muy escasas en arte paleolítico, pero podemos destacar dos que protagonizan el Cervus elaphus. La primera corresponde a una cierva dando de mamar a su cría (Parpalló), única junto a otra de Bourgnetou. La segunda, tres ciervos cruzando un río (Lortet)

En el interior de la península ibérica esta especie también es profusamente representada, tanto en estaciones al aire libre (Siega Verde, Domingo García o Foz Côa) como en cuevas (El Niño o La Griega) bajo una gran variabilidad técnica (piqueteado, incisión, pintura)

Aunque no es algo exclusivo de este animal, son numerosas las representaciones de ciervos y ciervas «retrospicentes»; es decir, mirando hacia atrás , así como en «visión frontal», mirando al espectador

El ciervo aparece frecuentemente en los grandes conjuntos rupestres y posibles lugares de agrupación social como Altamira, Candamo o Lascaux . En este último lugar, el ciervo se representa de una manera única en todo el arte paleolítico

En el estudio llevado a cabo por M. Azéma (2010) 89 de los ciervos de su corpus tienen animada alguna parte de su cuerpo. La cabeza (84,3%), las extremidades (50,6%) y la cola (20,2%) son las partes más frecuentes

¡Ahora es tu turno! Cada miembro del Labtec ha seleccionado su ciervo/a favorito/a, ¿cuál prefieres tú? También puedes dejarnos qué otros ejemplares son vuestros preferidos

¿Qué ciervo/a escoges?

En nuestro siguiente hilo hablaremos sobre el…
¡CÁPRIDO!

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¡Hasta el próximo día!