La victoria del Norte fue la victoria de la aristocracia del dinero, aquella que fuera apoyada por el mismísimo Marx, quién jamás titubeo al publicar en la prensa norteamericana que la victoria del Norte era una victoria para el comunismo.
Esto dice mucho.
https://twitter.com/hamiro20/status/1266819422179790850?s=19 https://twitter.com/FranPeirone3/status/1328522999130173442
El comunismo, como parte integral de la izquierda, siempre fue, desde sus origenes, una ideología de clases pudientes.
Y claro que, en este conflicto, estas clases y sus ideas no estaban precisamente en el Sur
Creo que este conflicto no se entiende sin comprender esto.
Veamos este punto: Lo que define la evolución histórica de los regímenes comunistas, desde su mismo ascenso, ha sido la posición relativa de Poder en que se encontraban las élites pudientes.
Veamos esto.
El comunismo se impuso rápidamente allí donde la clase pudiente era revolucionaria, es decir, donde querían y debían tumbar el régimen para imponer el suyo; así, para imponer su proyecto, debieron levantarse violentamente contra la aristocracia que los resistía.
Esto ocurrió particularmente en los países del mundo "atrasado". El caso más ejemplificatorio fue la Rusia soviética, surgida de la Rusia zarista. Allí, el comunismo fue efectivamente revolucionario.
Fue impuesto rapidamente, posiblemente, porque era el modo de volverlo posible.
Distinto es el caso de Estados Unidos, donde la revolución fue reaccionaria: Se trataba de mantener los ideales de la revolución del 76 intactos. Los revolucionarios fueron los Confederados: Se levantaron contra un Poder central que deseaba invertir su mundo para dominarlo.
El caso de Estados Unidos es el comunismo conservador. Allí, lo que siempre hubo, desde su fundación, fueron élites burguesas pudientes. Estados Unidos fue fundado por ellas. La identidad misma de Estados Unidos es la burguesía rica. Estados Unidos no es nada sin ellas.
Estados Unidos no debío esperar a que una elite burguesa revoltosa quisiera imponer el comunismo: Ellos ya estaban siendo gobernados por una élite heredera de una clase pudiente revoltosa (1776) que se dirigía hacia el comunismo, por lo que no tenía necesidad de apuro.
El triunfo del Estados Unidos centralista e industrialista del Norte sobre el Sur tradicional es comparable a la victoria del Moscú centralista e industrialista de los comunistas de Lenin sobre la resistencia reaccionaria, encabezada por la honorable Guardia Blanca rusa.
Schmitt dijo que el pensamiento del capitalista y el leninista no difieren, ambos se obsesionan con electrificar la tierra; Chesterton, que el gran capital no se diferenciaba tanto del bolchevismo, y que mantenían enemigo común: El pequeño capital.
Ambos son mejores referencias.
Por esto, en Estados Unidos la izquierda siempre ha sido un chiste: Son el jueguete del establishment, una fuerza a su servicio. La izquierda norteamericana siempre ha, muy oportunamente, impulsado los intereses de la clase gobernante; desde sus origenes (herencia inglesa).
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