Hoy Pfizer ha anunciado que su vacuna tiene una eficacia del 90%. Esto es muchísimo. No obstante, los resultados aún son preliminares y no se han publicado en ninguna revista científica, es decir, aún no se han revisado.
Estos datos se han obtenido de la fase 3 del ensayo clínico, que es la fase previa a su aprobación comercial. En estas pruebas han participado 43.538 personas. De ellas, 94 han intervenido en este estudio intermedio de la fase 3 que ha llevado a Pfizer a anunciar su eficacia.
Como siempre, serán las autoridades sanitarias quienes tendrán que verificar que la vacuna cumple con los requisitos se seguridad y eficacia, igual que cualquier otra vacuna antes de administrarse a la población.

Se trata de una vacuna basada en «ARN mensajero». Esto significa que han tomado parte del material genético del coronavirus y lo han metido en una cápsula que es capaz de penetrar en nuestras células.
Ese material genético da instrucciones a las células para que estas fabriquen unas proteínas llamadas antígenos. Estos antígenos están en las espículas que sobresalen del coronavirus. Son los que le dicen al sistema inmune "¡Oye, sistema inmune, estoy aquí, ven a pelear!"

El sistema inmune empieza a fabricar soldados como las células T y los anticuerpos. Estos soldados van a tope de entrenados para liquidar al coronavirus.
Así que la vacuna de Pfizer es una forma de introducir en el cuerpo las instrucciones para que nuestras células fabriquen antígenos, los entrenadores de los soldados del sistema inmune.
En eso consisten las vacunas, en tener soldados entrenados que impiden que los virus nos infecten.

