Hace unos días una reportera de aquí me preguntaba cuál era la razón de ese ‘interés’ de los venezolanos en la política (y las elecciones) de los estados Unidos.
Hablamos por supuesto de los venezolanos-americanos, de su preferencia por Trump, y de la influencia del exilio cubano-americano en el sur de la Florida sobre la comunidad venezolano-americana.
En las conversaciones académicas, el tema de los venezolanos-americanos ocupa buena parte de nuestro interés, tanto por sus preferencias políticas como su influencia efectiva en los resultados electorales.
Sin embargo, lo que ha generado más conversaciones, en diferentes espacios, es esa obsesión que hay en las redes sociales por el tema electoral en los EE.UU.
Hace rato leía a una sra mortificada por el maltrato hacia Trump, preguntando cómo es posible que esta elección sea legítima con Biden en 50% y Trump en 48%. La sra evidentemente no recuerda que Clinton terminó con 48% y Trump 46% en 2016.
Pero más allá de la crítica al Colegio Electoral, el problema está en que no pareciera recordarse que en una democracia, el proceso electoral lo gana el que tenga más votos, y en este caso concreto, más Votos Electorales.
La obsesión de algunos venezolanos (que viven en Venezuela) por la política de los EE.UU., y más concretamente, por Trump, tiene que ver con la orfandad política que se vive allá.
No se trata solamente de que Trump haya tomado medidas, de muy cuestionables resultados efectivos, sino de haber tomado el interés de reconcoer a los venezolanos.
Para una sociedad ignorada por un régimen político abusivo, y una oposición fragmentada, debilitada y sin capacidad para la representación, Trump llena un vacío de manera simbólica.
Sin importar que no haya sido exitoso en su promesa de deponer a Maduro, persiste la esperanza de que lo va a hacer, y aún cuando es evidente que ha agotado todos los mecanismos de presión a su disposición, el hecho de sentir que hay alguien que los ‘protege’ es suficiente.
Es suficiente para ignorar su naturaleza autoritaria, apoyando los ataques ataques de su administración a la democracia, sin darse cuenta que esos mismos rasgos son los que han caracterizado al chavismo en los últimos 20 años.
Creo que no es un problema de ideología, porque la sociedad venezolana es una realidad social fragmentada que ha sido vaciada de referentes ideológicos. Se trata de una necesidad de protección que no encuentra satisfacción en la clase política del país.
Siendo lo más grave que esa misma clase política, ante su incapacidad para liderar, decidió hacer outsourcing con Trump, delegando en su administración la representación de los venezolanos.
En un plano menos académico y más humano, me permito lo siguiente. No se trata de los erroes en la interpretación sobre el sistema político o electoral de los EE.UU., eso se resuelve con lectura. Lo que veo alarmante es la necesidad de defender un vínculo que no existe.
A la fecha de hoy, EE.UU. lleva más de 230 mil fallecidos por COVID-19, con todo el respeto que me merecen, ¿Uds. creen que le importe el destino de un país al que no le une ningún vínculo?
Esto no lo hago para molestar a nadie, pero me duele muchísimo ver cómo la esperanza de una parte de mi país es que alguien a quien no le importa el suyo, se ocupe de ellos.
Finalmente, esto es un llamado a la clase política venezolana. Este es su fracaso, la consecuencia de un liderazgo mediocre que no ha sabido leer al venezolano y sus necesidades.
Toca organizarse, crecer políticamente, educar en valores democráticos. No esperen que nadie los salve. Aquí la gente se organizó, se movilizó el voto y por eso están viendo este resultado, no es fraude, sino la participación masiva de un país que decidió salvar su democracia.
You can follow @Maripuerta.
Tip: mention @twtextapp on a Twitter thread with the keyword “unroll” to get a link to it.

Latest Threads Unrolled:

By continuing to use the site, you are consenting to the use of cookies as explained in our Cookie Policy to improve your experience.