Un pueblo de Tierra de Campos, Palencia. Una iglesia. Podría ser una más, pero en su interior, ocultos durante siglos, se han conservado frescos medievales, enterramientos y reclamaciones históricas que van saliendo a la luz.
Acompañadme a Gordaliza del Pino
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En un pueblo de apenas 300 habitantes encontramos una iglesia, Santa María de Arbas, cuyo origen está en el S.XII. De aquella época se conserva el ábside mudéjar. La advocación, Arbas, nos lleva a una colegiata situada en el puerto de Pajares, de la que fue deudora en vino y
cereal la villa de Gordaliza. Dicen que es Arbas por un general romano, Erbasio, que dio nombre a los Montes Erbasos, como se conocía a la zona de Pajares. Nuestra aventura comienza con la preciosa imagen gótica de la Virgen de Arbas. Queriendo buscarle un lugar de más relevancia
en 2011 mueven su retablo, y detrás aparece la figura de un misterioso caballero con apariencia femenina que parece datar del S.XVIII. Junto a la pintura una inscripción con letra gótica del S.XV. Algo no cuadra. Los restauradores se ponen manos a la obra y aparece el
protagonista de nuestra historia bajo el repinte del XVIII, en un arcosolio funerario sobre un enterramiento. Pero quién es nuestro caballero? El análisis de la epigrafía desvela que se trata del hijo de Pedro Ansúrez y Eylo Alfonso, pertenecientes a dos poderosas familias. Sólo
puede ser Fernando, uno de los dos hijos varones de Ansúrez, pues el otro, Alfonso, murió a corta edad y fue enterrado en el Monasterio Real de San Benito de Sahagún. Su lápida hoy se conserva en el @MANArqueologico tras ser vendida al Met neoyorquino y posteriormente recuperada
Fernando muere en 1113. Pero las pinturas datan del S.XV. Y en la inscripción no se le nombra, sólo aparece como parte de un importante linaje. Por qué? Sigamos con la inscripción. En ella se alude a unos "derechos y justicias" adquiridos por la villa de Gordaliza. Pedro Ansúrez
fue hombre de confianza del rey Alfonso VI (sí, el mismo de la reciente polémica sobre la corona con castillos) quien le encargó la repoblación de Valladolid. Parece que en aquella época Ansúrez dota a Gordaliza de fuero, lo que la exime de pagar tributos en especie y en soldados
Qué ocurre en el S.XV? Los linajes Ansúrez-Alfonso pierden poder y es la poderosa familia Quiñones la que se hace con el territorio. Suero, el del Paso Honroso, la recibe de su padre. La villa de Gordaliza ve entonces peligrar su especial situación administrativa y económica y
decide pintar la crónica funeraria de Fernando, un personaje sin importancia propia pero cuyo enterramiento, probablemente provisional en origen, fue para la villa un golpe de suerte. Se trata pues de una puesta de manifiesto de una memoria histórica. Por muy apasionante que sea
este relato la iglesia de Gordaliza aún tiene más tesoros de altísimo valor. Junto al altar mayor y durante unas labores de conservación aparece en 2005 otro fresco, este del S.XIV, del que ya se intuía su existencia, una representación del Juicio Final con la iconografía típica
de Cristo con las cinco llagas, San Miguel (que se ocupa de pesar las almas) y la resurrección de los muertos por un lado y la condena al infierno por otro. Este fresco se sospecha que es de Nicolás Francés, el mismo pintor que debió realizar otro muy similar en la Catedral de
León y que se perdió, probablemente a causa de la escandalosa desnudez de los condenados (fijaos en los miembros de almas perdidas y demonios). El motivo central es la vida de San Bartolomé y también estaríamos ante un monumento funerario del que se ha perdido el nombre del
comitente. En este increíble espacio de arte aún podemos llevarnos otra sorpresa, ante el retablo del S.XVI atribuido a Francisco de la Maza, de la escuela de Berruguete. Salimos de la iglesia y los ojos se nos van a una cruz hecha con calaveras infantiles. Su origen y finalidad
son inciertos aunque parece una curiosa mezcla de culto religioso y protección apotropaica.
Si pasáis por Gordaliza del Pino no dejéis de visitar esta desconocida maravilla, cuyos muros aún esconden muchos tesoros que están ahí, esperando su momento, pues las catas muestran que
la iglesia entera está tapizada de pinturas. "Sólo" hace falta dinero. Por cierto, parte de las restauraciones ya acometidas estuvieron soportadas por donaciones populares.

(Muchísimas gracias a Jorge, el párroco de Gordaliza, por su amabilidad y su sabiduría)
Para saber más:
La memoria del linaje Ansúrez el sepulcro de Fernando Pérez en Gordaliza del Pino, María Encarnación Martín López, Universidad de León
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