HOY, HILO:
¿Cómo llegaron los delfines hasta los pies de los Andes? ¿Acaso subieron desde el Atlántico?¿Os imagináis un lugar como Doñana, pero del tamaño de tres Españas y que durara quince millones de años?
Bienvenidos al Gran Humedal Mioceno del Pebas.
El desarrollo del Mega humedal Amazónico en el Mioceno (entre 16 y 8MaAP) es el proceso más importante en términos de dinámica paisajística Cenozoica y se deriva directamente de la geomorfología creada desde el Cretácico y el clima establecido en el interior de Suramérica.
El Megahumedal amazónico del Mioceno fue uno de los paisajes humedales más grandes y longevos de la historia geológica. La evolución de este sistema deposicional fue controlada por el cambio global del nivel del mar, la subsidencia y un clima estacional húmedo o muy
húmedo.
Este humedal conectó la mayor parte de América del Sur a través de sus vías fluviales y marinas. Un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con sus seres vivos.
Se reconocen cinco grandes tipos de humedales modernos: marinos (lagunas costeras, costas rocosas y arrecifes de coral); estuarios (deltas, marismas y manglares); lacustres; ribereños y palustres (pantanos y ciénagas). Pebas los tenía todos. Mojós en comparación es una charca.
El Megahumedal que se ha podido determinar en el centro de la actual cuenca amazónica para el Mioceno (conocido como Megahumedal Pebas) se componía de lagos y pantanos poco profundos con un área de más un millón y medio de kilómetros cuadrados en su apogeo.
Tenía conexiones mareales profundas con el Caribe que iban y venían en mareas altísimas, produciendo cambios diarios de gran amplitud: cuanto más cerca está el fondo de un mar, más intensas son sus mareas. En este caso su movilidad diaria sería de 30 a 50 metros. (¡¡!!)
La evolución de este paleohumedal no tiene comparación actual con ningún área de la Tierra. Hoy por hoy, no hay nada similar, con este tamaño, duración e intensidad. Ni todos los humedales actuales juntos llegan a una fracción de lo que este área supuso.
Se han propuesto hasta cinco vías diferentes de paso del mar hacia el sistema Pebas a lo largo de su existencia. Debido a su larga evolución, es posible que todos ellos hayan funcionado en
algún momento de su historia desde el Mioceno temprano a final (20MaAP-11MaAP).
El mar travesaba la actual llanura de los Llanos desde el
protocaribe; también a través de la actual hendidura del Maracaibo (que era un relicto de este sistema y del que merececería la pena hacer un hilo para el solo)
El mar también entraba cortando las sierras aún no levantadas al Norte y desaguando en la actual desembocadura del Magdalena. También hay una posible (y tardía) incursión desde el Golfo de Guayas y una transgresión al final del Mioceno por el Mar de Paraná.
Al Norte estuvo unido al Caribe hasta el Mioceno Tardío lo que permitió el ingreso de organismos marinos en el drenaje Amazónico. El clima tropical se extendía entre las conexiones marinas de la Amazonía y los Llanos con la divisoria de drenaje del Arco del Purús y los cratones.
Esta región fue dominada en consecuencia por un bosque pluvial diverso inundable en el el sistema de humedales. En el Mioceno Medio (11-16MaAP) este sistema estaba en su máxima extensión y radiación evolutiva, especialmente los invertebrados y vertebrados terrestres y acuáticos.
Ríos cortos seguían drenando los Protoandes al Oeste y los escudos al Este generando con sus sedimentos megaconos fluviales dinámicamente muy activos en este ambiente de selva-pantanal de enormes dimensiones. Las mareas y las abundantes lluvias cambiaban mucho el nivel del agua.
La biodiversidad Suramericana era mayor que en la actualidad,
llegando a su máximo al final del Mioceno; la intensidad y diversidad climática así como el aislamiento y la dinámica orográfica parece haber tenido mucho que ver en esto.
¡Megapirañas!
Los ecosistemas acuáticos dieron cobijo a una fauna acuática extremadamente diversificada de cocodrilos, tortugas y peces que accedían y encontraban el nicho en este enorme pantanal. Los bosques adyacentes desarrollaron una comunidad diversa de mamíferos.
En cuanto a tortugas, se diversificaron y alcanzaron formas espectaculares y sobre todo tamaños gigantescos. Como ejemplo, Stupendemys, un tortugón del tamaño de un volkswagen.
Pero claro, los mamíferos no se quedaron atrás y algunos roedores llegaban a formas y tamaños de hipopótamos: un magnífico ejemplo de convergencia adaptativa: Josephoartigasia monesi (también del tamaño de un volkswagen).
Claro, si de peces hablamos, aquello fue el festival: rayas eléctricas, tiburones de agua dulce, anguilas y todo tipo de bichos acuáticos entraron e hicieron del megahumedal su casa.
Y por supuesto, también entraron los antepasados de los actuales delfines de río. ¡Pero lo hicieron por el Caribe! Los delfines rosados y grises nunca conocieron la actual desembocadura del Amazonas.
¿Y quien era el mayor depredador de la época? Los cocodrilos, que se expandieron y radiaron como nunca lo habían hecho y nunca lo harían. Había cocodrilos monstruosos, sumergidos en el fondo del lodo, con mandíbulas aplanadas como mesas de pingpong, dedicados a masticar barro...
Cocodrilos filtradores con barbas que iban y venían sorbiendo el agua repleta de plancton dulce. Cocodrilos pescadores que evolucionaron a formas idénticas a gaviales de grandes dimensiones, cocodrilos diminutos, cocodrilos de noche y de día...
cocodrilos con patas traseras fuertes capaces de erguirse sobre ellas, cocodrilos que pasaban del agua y corrían como perros por las zonas costeras, con sus patas agrupadas bajo el vientre. Una diversidad que dio lugar al bichejo más desagradable que podía uno encontrarse...
El Purussaurus: once metros de largo, seis toneladas y un reinado indiscutible sobre todos los demás cocodrilos, pasados o futuros. Atiende: era de grande como un puñetero tiranosaurio.
Al final del Mioceno (7-11MaAP) se produjo el levantamiento acelerado de los Andes del Norte y la fragmentación de los sistemas de drenaje. Se abrió la Amazonía Occidental y el levantamiento del Arco Vaupés dividió el Orinoco de la Amazonía.
El sistema Pebas se colmataba y sus río se desplazaban al este. Poco a poco el levantameinto tectónico de la plataforma en la cuenca de antepaís levantó también el remanente del sistema Pebas. En la fase Acre era ya una fluvio marisma que llegaba desde la Amazonía Occidental.
La influencia del mar duraría hasta el Plioceno a través de la actual Cuenca Amazónica. El paisaje sedimentario había variado, pero el sistema fluviomareal Acre siguió tragando sedimentos mientras se colmataba y daba lugar a una configuración casi por completo actual.
Así poco a poco llegó la Gran Transformación Pliocena. El clima se hizo más seco y fresco, y la puntilla llegó con la llegada de una enorme cantidad de fauna por el Istmo de Panamá: El Gran Intercambio Americano. Terminaba una era fascinante de la evolución de la Amazonía.
Si quieres aprender más, te recomiendo "Amazonia—landscape and species evolution : a look into the past / edited by C. Hoorn, F.P. Wesselingh", obra capital, y en menor medida, mi tesis https://eprints.ucm.es/57581/ 
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